Kinshasa declara la guerra contra la “vivienda descontrolada” y deja a los residentes locales en la estacada

Tras las mortíferas inundaciones de abril, las autoridades de la capital congoleña denunciaron la “planificación urbana descontrolada” que provocó la tragedia. Han iniciado una campaña para demoler estas viviendas improvisadas cerca de los cursos de agua. Las familias, avisadas con sólo unos días de antelación, se encuentran en la calle.
En la noche del 4 al 5 de abril, la capital de la República Democrática del Congo (RDC) se vio afectada por lluvias torrenciales que provocaron la inundación del río Congo y provocaron inundaciones mortales. Unos días después, el portavoz del gobierno, Patrick Muyaya, informó de al menos 75 muertos y alrededor de 11.000 personas afectadas.
Según las autoridades locales, este elevado coste es consecuencia de la proliferación de viviendas improvisadas, especialmente vulnerables a las inclemencias del tiempo, construidas apresuradamente en calles sin pavimentar y al margen de todo marco legal. Por ello, han anunciado una campaña de demolición de "viviendas anárquicas" en varios barrios de esta megaciudad de 17 millones de habitantes.
“La capital congoleña es a menudo señalada por su urbanización descontrolada, su falta de planificación y los riesgos medioambientales que de ello se derivan”, señala el sitio web congoleño Actualité CD . El ministro provincial de Infraestructuras y Obras Públicas, Alain Tshilungu, viajó en persona para supervisar las obras en el distrito de Ngaliema, situado al noroeste de Kinshasa y bordeado por el río Mayi ya Ntaba. Apareció en una serie de vídeos publicados en las redes sociales a principios de mayo.
Con música épica como fondo, el ministro toca las puertas de las casas para informar a los ocupantes que pronto comenzará la demolición. Cierto
Courrier International